“El denominador común del día a día de estas familias ha sido la soledad“
Es habitual, saludable y a menudo recurrente hablar de la libertad de expresión, y al mismo tiempo olvidarnos que en nuestra sociedad, todavía hay un gran colectivo que no disfruta de algo tanto necesario en opinión de la mayoría.
Está claro que en los últimos años hemos hecho un cambio muy importante en este sentido. Todavía no hace cuarenta años eran invisibles, ahora la sociedad dice discapacidades intelectuales y empezamos, con buen criterio, a nombrarlos como personas con capacidades diferentes. Ha costado pero la transformación se está produciendo y bienvenida sea.
Pero, quien ha sido el responsable de esta evolución. Sin duda una mayor educación social, pero en la mayor parte las familias que han sabido asumir su problema y han ido acercando esta “realidad” a la realidad.
El denominador común del día a día de estas familias ha sido la soledad y muchas veces la indiferencia para afrontar y lograr retos por los cuales no estaban preparados, mientras la misma sociedad no los daba facilitados. Cada novedad era un “debut” el cual había que enfrentar sin saber.
En Sant Cugat nace Acompanya’m, un grupo de padres y madres, que conscientes de esta situación quieren unir fuerzas para acompañar a las familias de la discapacidad de la ciudad, con su experiencia vivida, en el trance que comporta la entrada en cada nuevo “debut” y la conciliación y toma de decisiones en la vida diaria en el entorno de la discapacidad. Hace falta no olvidar que los discapacitados intelectuales son los únicos discapacitados que, por sus circunstancias, no tienen voz propia y tienen que ser los padres quienes, con sus decisiones, tienen que suplirlas.